domingo, 28 de enero de 2018

San Valero rosconero.... y ganchillero


  En Zaragoza somos unos suertudos, comemos roscón dos veces al año; para Reyes y para celebrar el dia de San Valero, patrón de Zaragoza, que es mañana día 29 de enero. 

  Y como no podía ser menos, pues aquí está mi versión ganchillera del roscón, con su nata y sus frutas escarchadas. Aunque a mí las frutas escarchadas no me gustan mucho, la verdad. En casa siempre compramos el que menos frutas lleva, a ser posible ninguna. Lo que pasa es que sin las frutas mi versión de algodón no parecía un roscón, parecía más un donut glaseado. 

  La verdad es que a este roscón le falta un poco de horno, se ha quedado un poco crudo. Los roscones son más doradicos pero es lo que tienen las ideas de última hora, que vas a buscar los ovillos y resulta que justo el color que te hace falta no está. Así que no queda otra que improvisar y buscar el color que más se parezca. No es perfecto pero yo creo que ha quedado resultón ¿no?

  Con las prisas no me ha dado tiempo a escribir el patrón, esto ha sido un proyecto improvisado pero para mi gran sorpresa ya hay algún que otro patrón de roscones amigurumi circulando por la red. Son patrones de roscón de reyes, pero no se lo vamos a tener en cuenta. Al fin y al cabo un roscón es un roscón. El que más me ha gustado es el del blog kraftcroch.blogspot.com.es que podéis encontrar gratis vía Ravelry aquí

Uno de verdad, para comparar
¡¡Feliz San Valero a tod@s!!

domingo, 21 de enero de 2018

Cumpliendo propósitos. El chal más sencillo del mundo


  Bueno, pues de momento no va mal el tema de los propósitos para 2018. Si os acordáis, la semana pasada os conté que mi propósito para este año era terminar trabajos que tengo incompletos. Pues bien, éste es el primero de ellos. 

  La verdad es que este proyecto estaba casi terminado cuando escribí la última entrada pero lo tenía apartado y corría un serio peligro de convertirse en un trabajo infinito. Como tampoco quería desanimarme de conseguir mi propósito anual, me di un empujoncito y lo terminé de un tirón. Y además me ha sido útil, lo he estrenado ya.


  Se trata de un chal rectangular compuesto solamente de cadenetas y puntos bajos y por ello, para mí, ha sido el chal más sencillo de tejer del mundo; una vez que tienes las dos primeras vueltas ya no hace falta ni patrón ni nada, simplemente repetir y repetir. Es cierto que igual se hace un pelín pesado al final, y que, al estar tejido con puntos bajos y cadenetas, crece poco con cada vuelta pero es que, incluso con lo simple que es este chal, el resultado es maravilloso.

  El patrón de este sencillísimo y precioso chal no es mío, pertenece a Kirsten, de haakmaarraak.nl y podéis encontrarlo aquí. Vale, aquí ese nombre suena un poco raro pero es que la chica es holandesa (no asustarse, sus patrones están en inglés) y os aseguro que merece la pena echarle un vistazo a su página; es genial y tiene un montón de patrones gratuitos chulísimos. Todos están en inglés o en holandés pero incluye los esquemas en casi todos ellos así que incluso sin saber inglés se pueden seguir de forma sencilla. De hecho, para tejer este chal yo ni siquiera me leí las instrucciones, con el esquema que Kirsten incluyó al final del post me fue suficiente.

  Ella creó este chal para su propia boda y, claro, para tan señalada ocasión lo tejió de una forma más elegante, con ovillos de alpaca y lana y entretejiendo pequeñas cuentas en los puntos. Lo hizo insertando las cuentas en el ovillo antes de comenzar a tejer y luego, con muuuucha paciencia, intercalándolas en los lugares que ella quería. En su patrón incluye un pequeño fototutorial de cómo hacerlo. Mi objetivo para este chal era que fuese más de diario, así que decidí no complicarme con las cuentas y directamente las suprimí de mi labor, pero algún día espero poder usar su patrón original con cuentas y todo.


  Yo tejí mi versión con siete ovillos de Scheepjes Spirit color nº 308 (turtle) y un ganchillo de 3,5mm. Como a mí los chales me gustan bien grandes, usé muchísima lana. El resultado es un chal largo y muy ancho que me tapa desde los hombros hasta el final de la espalda pero adaptar el tamaño es súper sencillo. La largura se adapta cambiando el número de cadenetas de la primera vuelta (de 9 en 9 en mi caso) y la anchura simplemente tejiendo más o menos vueltas. Si queréis tejer algo más similar a una bufanda o un chal cortito, os harán falta muchas menos vueltas y gastaréis bastante menos lana. 



  ¡¡Espero que os animéis a intentarlo!!


lunes, 15 de enero de 2018

Propósitos ganchilleros



  Sí, ya se que estamos a día 15 de enero y que se me ha hecho un pelín tarde para hablar del año nuevo pero, qué se le va a hacer, entre unas cosas y otras se me va el tiempo sin darme cuenta.

  Y, como todos los años en estas fechas, toca enumerar los buenos propósitos que tenemos para el año que comienza.  Hace tiempo que desistí de lo de comer más sano, adelgazar, etc... Eso lo dejo por imposible. Lo que me he propuesto este año es nada más y nada menos que terminar todos mis proyectos ganchilleros que empecé en 2017 y que, a veces por tener que hacer algo que corría más prisa o por simple aburrimiento, se han quedado a medias. Puede que no parezca un propósito muy complicado pero creedme, para mí va a ser todo un reto. 

  Para que os hagáis una idea, todo lo que sale en la foto son chales y bufandas sin terminar. Algunos ni siquiera son del 2017 sino que llevan guardados más tiempo.

  Bien, pues ha llegado el momento de dejar de comenzar cosas y empezar a terminarlas.