sábado, 29 de octubre de 2016

Enlanada

En estos momentos estoy con un virus, el virus de la fiebre lanera. Se caracteriza por la compra compulsiva de todo ovillo, madeja o bobina de lana que aparezca en el campo de visión de la persona afectada.
Y claro, luego pasa lo que pasa.


Pero esta vez tengo un buen motivo para haberme autocontagiado la fiebre lanera; estoy preparando un proyecto especial, uno muy personal. Como aún no está terminado no puedo enseñarlo pero ya queda menos...

martes, 4 de octubre de 2016

Estelareando...

Poniendo guapo a un mini estelar para que quien lo reciba lo quiera mucho, mucho.


Pronto estarás con tus compañeros, amiguito...

lunes, 12 de septiembre de 2016

Chal South Bay o la ilusión de terminar un proyecto

¡¡He terminado mi segundo chal!!


  Es un chal caladito cuyo patrón es muy conocido en Internet bajo el nombre de South Bay Shawl (en inglés, of course).

Patrón del chal. Yo lo encontré aquí

  La verdad es que a mí me gustó nada más verlo pero después de tejerlo entiendo mejor por qué es tan famoso. Es un patrón bastante simple, una vez tejido el centro sólo hay dos vueltas diferentes que se repiten. Se puede tejer en diferentes tamaños porque se teje desde centro hacia afuera, lo que permite adaptarlo a todas las tallas. Y, claro está, el resultado final es un chal precioso.


 Pero la característica que más me ha sorprendido es que es asombrosamente rápido de tejer. Yo lo comencé con muchas, pero que muchas ganas y la esperanza de que al menos éstas me llegaran para tejer un pequeño chal para el cuello antes de que me alcanzara el aburrimiento y corriese el peligro de terminar como tantos otros chales que tengo por ahí guardados a medio tejer pero cuando me di cuenta ya tenía un chal de gran tamaño. De hecho es más grande que mi primer chal, ése que ya os mostré aquí


  Vaaale, debo reconocer que hice algo de trampa. lo tejí con un ganchillo bastante mayor que el que correspondía al tamaño de la lana pero es que... ¡¡está tejido en lana de bebé!! Si hubiera usado el gancho correspondiente  habría sido un proyecto eterno así que decidí poner el turbo y tejer con un ganchillo "grande". 

  Tomé la decisión de usar lana de bebé porque la lana normal me pica (soy un poco rarica para estas cosas)  y el algodón al que estoy acostumbrada queda precioso pero pesa demasiado. Yo quería que el chal fuese finito y pesara poco así que se me ocurrió probar con un ovillo de lana de bebé en color crudo que tenía en casa. Como me gustó el resultado decidí tejerlo con ese tipo de lana pero en un color que me gustara más que el crudo. Debo decir que uno de los inconvenientes de esa decisión es lo escasa que es la gama de colores de la lana de bebé (que, como su nombre indica, se encuentra en los colores típicos de las prendas para bebés), a pesar de que actualmente ya existen colores fuera de los típicos rosa, azul y blanco. Al final me decidí por el color gris claro.

  Y por si alguien se anima y quiere obtener un resultado similar al mío, el chal está tejido en lana de bebé, concretamente de marca "el Corte Inglés" en color nº 023 aunque supongo que el resultado será casi igual con cualquier otra marca, y un ganchillo de 4mm. Terminé utilizando cinco ovillos y medio teniendo en cuenta que mi chal es tamaño "mantón". Evidentemente, la cantidad de lana dependerá del tamaño que se quiera alcanzar.  


  Lo que más me ha costado es añadirle la vuelta de remate, porque en el patrón que encontré no estaba indicada y las que encontré no terminaron de gustarme. Al final me la "inventé" teniendo en cuenta que me gustaba más terminado en picos y que no quería ponerle flecos (los flecos me encantan, quedan preciosos pero una es torpe hasta para andar por lo que la conjunción María-flecos tiene una alta probabilidad de acabar en desastre).


  Estoy tan contenta que aún no me creo que lo haya terminado. Yo, que no consigo terminar ningún proyecto que me lleve más de una semana, he terminado un chal enterito y grande. Porque grande es un rato.


 Será que me hago mayor.


domingo, 4 de septiembre de 2016

Patucos Converse


Como casi todas las labores que comienzo, los primeros patucos converse que hice fueron un regalo para un nuevo peque que venía al mundo. A sus papás no les va mucho lo de las puntillas y los volantes, por lo que los patucos típicos de bebé no me pegaban mucho como regalo para ellos así que busqué algún patrón de patucos más modernos y después de mucho buscar y descartar encontré algunas fotos de patucos de ganchillo estilo "Converse". Me encantaron. Y a los nuevos papás también.

El modelo más solicitado. Con lo que a mí me gusta el rosa

Gustaron tanto que casi se han convertido en un clásico de mis regalos de bienvenida para recién nacidos y el artículo que más me han encargado. Al final, he terminado tejiendo un montón de pares de Converse en muchos colores; verdes, rosas, azules, grises, marrones... y para entregar solos o como parte de un kit como el que ya os mostré aquí.

Ahora ya están un poco más vistos pero siguen siendo unos patucos muy resultones, y que se salen de lo típico. A mí me siguen gustando muchísimo ¿Y a vosotr@s?

Mis primeros patucos Converse

martes, 23 de agosto de 2016

Nuevo proyecto...

Tengo un montón de cosas terminadas en el baúl ganchillero y se que lo suyo sería ir mostrando las labores antiguas y eso pero es queeee.....
 ¡¡¡No puedo esperaaar!!!
He empezado un proyecto nuevo y quería esperar a terminarlo para enseñarlo pero no puedo ¡me hace demasiada ilusión!
 Esto es sólo un adelanto, lo mostraré mejor cuando esté acabado pero simplemente no podía esperar.

 Ains

domingo, 7 de agosto de 2016

Lalylaleando


Para quien no las conozca, las muñecas Lalylala son una pequeña gran genialidad del mundo del ganchillo. Son unas muñecas amigurumi de un tamaño importante (todo depende de la lana con que se hagan, claro) que tienen la particularidad de poderse personalizar de muchas formas. Su creadora, Lydia tresselt, ha diseñado una serie de los patrones más descargados y reconocibles del mundo amigurumi. Y es que Lalylalas hay muchas, pero en realidad son prácticamente una sola muñeca disfrazada de otras cosas, hay canguros, setas, sirenas, moscas, y muchas, muchas otras. Y su forma es tan reconocible que da igual de qué se haya disfrazado la pequeña Lalylala, si la has visto alguna vez, sabes que es ella.

Diferentes Lalylalas

 Desde que me las encontré navegando por internet la primera vez, he querido tejer una, o todas porque es dificilísimo escoger, son todas preciosas. Los patrones son de pago, no son libres, pero merecen la pena. Están explicados con todo detalle y además se encuentran disponibles en seis idiomas diferentes, entre ellos el castellano. 
 Como ya he comentado en varias ocasiones, soy un poco reticente a la hora de tejer patrones largos, y por eso nunca había intentado tejer una Lalylala. No es una muñeca que se teja en una tarde, es un patrón  con el que hay que tomarse su tiempo y eso me frenaba. Pero al final se presentó la ocasión precisa para intentarlo, una ocasión que se merecía todo el esfuerzo y la dedicación del mundo. Y es que mi primera Lalylala fue creada para sortearse en la rifa benéfica del primer aniversario Estelar (sí, ese precioso proyecto sobre pequeños prematuros del que ya os hablé aquí).

Cartel informativo del primer aniversario Estelar
Celebrar el primer año de vida de un proyecto tan bonito era motivo suficiente para ponerme a tejer algo especial, pero además, de entre todas las Lalylalas hay una que parece especialmente creada para ello; Kira la canguro. Primero porque Kira trae consigo a su pequeño bebé  y segundo porque una de las técnicas más importantes para que los bebés prematuros consigan salir adelante se llama método canguro. En ella, los peques prematuros son sacados por un rato de sus incubadoras y se ponen encima de sus papás o mamás en contacto con su piel y envueltos en cálidas mantitas para que se encuentren a gustito, como si de una bolsa de canguro se tratase, de ahí el nombre. 


 La tejí con los mismos ovillos de algodón con los que tejemos los conjuntos y los sonajeros del proyecto Estelar, Drops Safran, y decidí hacer su cuerpo lila porque el color del prematuro es el morado, y este color es el más similar que había disponible dentro de la gama en la que vienen estos ovillos. El pequeño bebé canguro no está tejido con el patrón de Lalylala porque en un guiño al proyecto estelar quise usar uno muy similar con el que hacemos unos pequeños mini sonajeros que ya os mostraré en otra ocasión. El bebé de mi Kira es un mini sonajero estelar disfrazado de bebé canguro.
 Y aquí está el resultado, Kira Estelar con su pequeño bebé:


Kira fue sorteada junto con muchos más regalos el día 16 de abril de 2016. No conocí a las personas que se la llevaron, pero espero que les gustara. Fue tejida con mucho, muuucho cariño.


miércoles, 4 de mayo de 2016

Miles de flores para Carmela


  Soy masoca. Ya está, ya lo he dicho. Si en entradas anteriores dejaba claro que los proyectos largos no me gustan y que admiro profundamente a la gente que teje mantas porque me resulta enormemente difícil terminar un proyecto tan largo, entonces ¿cómo demonios se me ocurrió ponerme a tejer una mantita hecha de cientos y cientos de minúsculas flores? Pues sinceramente no lo se. La única explicación que se me ocurre es que soy, como también he comentado alguna vez, tirando a impulsiva con esto del ganchillo. Veo algo que me gusta y tengo que intentarlo y, oye, de perdidos al río. Una vez que empiezas ya no vas a parar. Sobretodo cuando se te mete en la cabeza que el proyecto será un regalo por la llegada de una nueva personita, sobretodo cuando la familia a la que va dirigido el regalo se lo merece tanto.

Primera fase de unión de flores
 Y allá que me puse, en cuanto supe que Carmela estaba de camino, a tejer miles de millones de pequeñas flores puff (vale, no fueron tantas pero a mí me lo pareció).

Segunda fase de unión de flores
  Lo cierto es que el proyecto fue largo, tanto como que lo comencé apenas supimos la noticia de su llegada y lo terminé unos pocos días antes de que naciera. Primero porque necesité muchas, muchísimas florecitas y luego porque después de conseguir un número suficiente para tener una mantita de cuna tuve que unirlas todas y eso casi me costó más que hacerlas. Desde luego si tuviera que volver a hacer algo así (¡¡¡nooooo!!), las iría uniendo poco a poco tras tejerlas y no al final pero eso no se sabe hasta que no se sufre.

Mi infierno personal, ¡¡las hebras!!
  Y después de todo, aunque haya costado meses y esfuerzo, reconozco que me ha encantado el resultado. Como las florecitas tienen relieve, la mantita queda mullida y lo mismo se puede usar como mantita que como alfombrilla para tumbar al bebé encima.

  Y si alguna de las personas que lea esto se reconoce masoca también y quiere intentarlo, aquí os dejo dos enlaces a la página de bluü (que me encanta), uno para hacer las flores y otro para saber cómo unirlas:
   -Cómo hacer una flor puff
   -Cómo unir flores puff

 Espero que os haya gustado.


 

martes, 26 de enero de 2016

La bienvenida de Diego

 

  Como ya he comentado varias veces en el blog, en el año pasado hubo para mí y mi familia una auténtica explosión de natalidad. Diego fue parte de este baby boom familiar y como parte de la nueva generación, se merecía un regalo de bienvenida  "made in Elga".

  Andaba en plena emoción ganchillera cuando supe que Diego estaba en camino, me pilló tejiendo mi primera manta de grannys así que decidí hacerle también una mantita. Por desgracia la emoción ganchillera desapareció mientras escondía la hebra número tropecientosmil y supe que si volvía a intentar tejer otra manta igual, ésta terminaría siendo una labor inacabada guardada en el fondo de un cajón y que Diego se quedaría sin su mantita. Por consiguiente, y en aras de mi salud mental y mi autoestima (que sufre mucho cuando no consigo terminar algo) decidí simplificar la cosa y tejer una manta muy colorida, suave y bonita, pero sin tantos cambios de color, que así no hay que esconder tanta hebra.

Uno de los grannys de la manta y mi estuche para ganchillos

 Dicho y hecho, al final tejí una manta con los grannys más típicos y sencillos, pero unidos de la misma forma que la primera mantita. Si os gusta esta unión y queréis intentarlo, hay un tutorial estupendo aquí, que es donde aprendí a hacerla.


  Por supuesto, a Diego también le llegaron unos patucos "Converse", en verde para no repetirme, pero ésos os los enseñaré con más detalle en  próximas entradas.


 Un conjuntito de bebé (comprado, que no llego yo a tanto) y un termómetro (que supimos gracias una infiltrada que sus papás aún no tenían) completaron el kit de regalo.

  ¿Qué os parece?
 

domingo, 17 de enero de 2016

Sonajeros Estelares



¿Recodáis que para octubre os hablé del proyecto Estelar? Pues ahí seguimos, tejiendo arruyos, gorritos, patucos y manoplas de tamaño minúsculo para los pequeños guerreros que vienen al mundo de forma prematura. Como son tan delicados, el material que se utiliza para tejer todos estos gorritos es algodón 100% que, como toda persona que teje sabe bien, es tirando a caro. Y como el proyecto Estelar no tiene asociados sino que se basa en el trabajo voluntario de mucha gente, para poder comprar el algodón necesario, se han sacado varios productos a la venta.


  Cuando aterricé en Estelar, ya vendían varios productos como pulseras, pendientes, bolis y unos dormilones tejidos que me vuelven loca (concretamente éstos). Pero Pilar, que es el corazón, el alma y el cerebro de toda esta locura, tenía varias ideas que no había podido poner en marcha por falta de tiempo, de habilidad o de vete a saber qué. El caso es que poco después de conocernos me pregunto si sería capaz de diseñar un sonajero Estelar. Y basándome en los sonajeros que ya había tejido y en los dormilones que realizaban, después de mucho hacer y deshacer, probar, rectificar y volver a probar, pues salieron estos preciosos sonajeros que con mucho mimo y cariños tejemos algunas de las voluntarias estelares.


  Se confeccionan en algodón con relleno sintético y son lavables en lavadora. Como los tejemos a mano y nuestra prioridad son las necesidades de los peques estelares, la disponibilidad varía y no siempre tenemos, pero intentamos tener siempre alguno en stock. Su precio es de 12 € y si alguien está interesado en obtener su propio sonajero estelar, lo mejor es que visite la sede de la asociación o pregunte mediante mail o facebook por su disponibilidad:
      Correo electrónico: estelar.prematuros@gmail.com
      Dirección Estelar: Calle Franco y López 39. Zaragoza

martes, 5 de enero de 2016

¿Quién dijo miedo?

¿Que unas amigas tuyas abren una tienda llamada Flamingos? No hay problema.
Aunque toque hacer y deshacer mil veces, aunque te las veas negras para que se tenga de pie, ellas tendrán su flamenco.

Dicho y hecho